A dos años del comienzo de la actual administración federal, muchos nos seguimos preguntando en qué momento el presidente Andrés Manuel López Obrador dejará de echar culpas al pasado o en qué momento se convertirá en el presidente de todos, pues es preocupante que cada mañana siga lanzando mensajes de encono y división, haciendo efectiva aquella máxima que dice “divide y vencerás”.
En Coparmex realizamos un minucioso análisis con fundamentos claros y concisos de estos dos años de gobierno de la llamada Cuarta Transformación y hay varios focos de preocupación, pues hemos visto cómo se ha ido desmantelando a los órganos autónomos; cómo se ha preparado el camino para regresar a un centralismo presupuestal; cómo se ha debilitado el sector salud en un momento tan delicado como este o cómo se ha negado un apoyo tan necesario a las pequeñas y medianas empresas que han sido muy afectadas por la pandemia que hoy vive nuestro mundo.
En materia económica, estamos muy lejos de llegar a ese 4% o 6% anual prometido. Llevamos dos años en recesión económica. Además, México salió de la lista de los 25 países prioritarios para recibir inversión extranjera. No podemos dejar a un lado el hecho de que los empresarios han sido objeto de mecanismos fiscales que inhiben la inversión, pues se ha eliminado la compensación universal, entre otras acciones. Y qué podemos decir de la seguridad, del estado de Derecho, de la impunidad, de la incorporación a la agenda pública el combate a la violencia en contra de las mujeres o la desaparición de más de 100 fideicomisos que eran importantes para nuestro país, ejemplo de ello, es el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y las inundaciones en Tabasco, Chiapas y Veracruz.
Quiero aclarar, no es que se defienda el pasado o que se piense que todo lo anterior a este gobierno estaba bien, pero tampoco todo estaba mal; pero si por algo votaron los mexicanos en el 2018 fue por un cambio que tomara lo mejor del pasado y construyera con una visión integral para el presente y futuro. Es necesario que se construya sobre cimientos, de lo contrario, sería un retroceso. Aún lo seguimos esperando.