La semana pasada fue aprobado en la Cámara de Diputados el Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2019-2024 y éste ha dejado mucho que desear.La discusión legislativa que pudiera haber nutrido dicho documento simplemente no estuvo presente pues la mayoría de Morena y sus aliados lo aprobaron como un trámite, sin revisión de los argumentos de fondo, sin hacerse planteamientos ricos sobre el futuro de país que todos mereceremos y sin acciones o métricas que permitan tener un control sobre el avance y los resultados de las acciones que el Plan contempla. El documento quedó a salvo con los 305 votos de dicha mayoría y 139 votos en contra del un bloque opositor que exigió ahondar en la discusión del contenido.
El PND cumple con el mandato del artículo 26 constitucional de organizar al estado mediante un sistema de planeación que imprima solidez, dinamismo, competitividad y equidad al crecimiento económico y la vida democrática del país. Para el Presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, el documento cumplía con la intención del Ejecutivo Federal de proporcionar un instrumento de política pública que le otorgara coherencia, certidumbre y continuidad a la administración pública federal, pero en lugar de ello el documento aprobado por el legislativo distó mucho de ser estratégico y quedó circunscrito a una declaración política que fustiga al pasado y enarbola planteamientos confusos sobre la ruta de acción del Gobierno Federal en los próximos 5 años.
Ejemplo de ello es el crecimiento del país. El PND 2019-2024 establece en 4% la meta de crecimiento promedio para nuestra nación, pero no delimita las acciones que emprenderá en concreto en materia de inversión o empleo para poder intentar acceder a tan ambicioso resultado. Más allá de ello, la realidad es que apenas la semana pasada Citibanamex ubicaba la expectativa de crecimiento 2019 en 1.2% y, a principios de junio, Banxico ya había recortado el crecimiento del PIB 2019 a entre .8 y 1.8%, y de 2020 a entre 1.7 y 2.7%. Esto se traduce en que para lograr la meta de crecimiento establecida en el PND, los próximos años (2021-2024) se debería estar creciendo al menos a 5.4%, y dicha cifra es simplemente irrealizable.
La acción legislativa de aprobar sin ver recuerda también a anteriores legislaturas que de manera igualmente irresponsable votaban a favor de un presupuesto de egresos que consideraba un precio del barril de petróleo muy superior al valor de mercado, provocando que el país se encontrara con una realidad de menores ingresos petroleros a la mitad del año. Soñar cuesta mucho cuando se juega con la macroeconomía nacional, pero es más costoso cuando se establece más bajo un principio ideológico que sobre bases reales acompañadas de una ruta crítica para lograrlo.
Por ello desde Coparmex continuaremos exigiendo que los programas aprobados en el PND presenten métricas y estrategias claras y viables que posibiliten mayor prosperidad a México a través de 4 demandas fundamentales para el futuro de nuestro país: 1) Infraestructura para el desarrollo que comprometa un 30% del PIB para 2024, 2) métricas claras que permitan garantizar le mejora gradual de la calidad educativa y que posibiliten una cobertura de 100% a todos los niños y jóvenes en edad escolar, 3) apostar por las energías renovables para llegar al 35% de energía limpia producida para 2024 y, 4) pasar de 25 homicidios por cada 100 mil habitantes (cifra actual), a 20 en el corto plazo, para poder aspirar gradualmente a tener tasa cero en este rubro tan doloroso para la sociedad nacional.
Columna publicada en el Diario de Querétaro: https://bit.ly/2Jmibg3