Los comercios deberán tener una lista textual y escrita de los productos con sus precios, pero sin ningún tipo de imagen publicitaria de marcas o logotipos, además de la prohibición absoluta de publicidad en televisión, radio, redes sociales o incluso los correos electrónicos. Queda prohibido también fumar en lugares públicos de todo el país, como oficinas, restaurantes, hoteles, playas, estadios, escuelas, transporte público plazas comerciales y parques y sólo se podrá hacer en los espacios destinados que se ubicarán en zonas al aire libre.
Con lo anterior, desde el sector empresarial, hemos manifestado nuestro rechazo absoluto a estas prohibiciones por considerarlas infundadas e ilegales, pues afectan a la economía de los pequeños comercios y se corre el riesgo de sentar un peligroso antecedente con otros productos que la Secretaría de Salud pueda considerar dañinos y decida limitar su comercialización como es el caso de botanas, alcohol, refrescos y productos con alto contenido de azúcar, socio, etc.
Estamos a favor de cuidar y proteger la salud, pero la prohibición no es el camino, ya que entre además de lo señalado, puede promover el mercado negro. Coincidimos en la necesidad de impulsar acciones que protejan la salud e incentiven políticas públicas que tiendan a la prevención del consumo del tabaco, pero observamos que el reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco no se adhirió al debido proceso establecido en la ley.
La prohibición de la exhibición de tabaco impacta de manera injustificada a la libertad de comercio y a los derechos de los consumidores e insistimos que estas medidas podrían replicarse fácilmente en otros tipos de productos o industria. No existe justificación para que el reglamento prohíba la prestación de servicios o consumo de alimentos o bebidas en las zonas exclusivamente para fumar.
Por eso, hacemos un llamado a las autoridades a respetar el Estado de Derecho y reconsideren esas políticas prohibicionistas que atentan contra la libertad de comercio, los trabajos y los consumidores y al mismo tiempo, hacemos un llamado a las autoridades de salud para que fortalezan e implementen programas que vayan encaminados al cuidado de la salud integral de las y los mexicanos, en escuelas, hospitales, clínicas, etc. Urge cuidar la salud de los mexicanos, sí, pero este no es el camino.