En materia política, la constante fue la manipulación de las autoridades para obtener beneficio político y así lo demostraron las casi 18 mil firmas de personas muertas que supuestamente estaban a favor de la consulta. A esto, hay que sumar las prácticas descaradas de acarreo y compra de votos el día de la consulta.
No podemos olvidar el recorte presupuestal que sufrió el INE para la realización de este ejercicio; de 3 mil 830 millones de pesos que requería, sólo le fueron otorgados mil 567 millones.
A pesar de todo esto, el INE cumplió con creces su misión, pues logró instalar casi la totalidad de las 57 mil casillas. Cumplió en tiempo y forma al capacitar a los funcionarios de las mesas y además hizo cumplir el estado de Derecho al dictar medidas cautelares ante la constante y sistemática violación de las normas. Hubo más de 170 quejas por parte de diversos sectores desde ciudadanos, organismos de la sociedad civil y legisladores, todas confirmadas y sancionadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Esto fue muy grave, pues nunca habíamos tenido tantas quejas.
Por desgracia, esta consulta no entusiasmó a los electores sino al gobierno y su partido y el resultado fue una baja participación, pues de los 92 millones 823 mil posibles votantes, sólo participó el 17.77% lo que significa que no será vinculante, ya que se quedó lejos de ese 40% mínimo requerido.
Y a pesar de que ganó la continuidad del presidente de México, perdimos todos como sociedad. Por eso, nos preocupa que este resultado sea usado para fomentar la radicalización del discurso oficial y profundizar la polarización social en lo que resta del sexenio.
Con todo lo anterior, en Coparmex reconocemos el gran trabajo del INE, que demostró una vez más ser la columna vertebral que sostiene nuestra democracia. Por eso debemos evitar que se debilite a través de una “asfixia presupuestal” o mediante el hostigamiento permanente a sus consejeros. Nos preocupa que el gobierno federal quiera tener el control de los procesos electorales, tal como ocurría antes de la creación de este órgano independiente y en donde el presidente decidía quién lo sucedería a través del famoso “dedazo”.
Reiteramos que El INE es de todos los mexicanos y es momento de reconocerlo, de apoyarlo y de seguir confiando en él. Por eso, es momento de defender y confiar en el INE. Ahora más que nunca te invito a sumarte: https://yodefiendoaline.mx/